La marca renueva su modelo y lanza una versión con cinco plazas homologadas.
La versión X-Line es la más aventurera de la marca, con detalles estéticos tipo crossover.
Los coches pequeños, esos utilitarios que hasta ahora eran los reyes de las ciudades, se enfrentan a un delicado futuro. Las exigencias medioambientales de la UE aumentan y el coste de electrificar uno de estos vehículos de bajo precio es tan alto que puede no compensar a los fabricantes.
Ya hay marcas que han desistido de tener coches en este segmento y otras que, de momento, aguantan e incluso presentan nuevos modelos. Es el caso del Kia que acaba de lanzar una actualización del Picanto con motores que consumen menos que en el modelo anterior y cambios estéticos.
Quizá de todas las opciones que se ofrecen, la que más va a llamar la atención sea la X-Line. Se trata de una propuesta de aspecto aventurero que parece más resistente que el resto de la gama gracias a una serie de trucos estéticos como las dos líneas horizontales que salen de la parrilla y van hacia los faros, las placas protectoras de efecto metálico y el contorno negro que se extiende por toda la parte inferior del coche. Así, parece más SUV, más crossover. También, porque al incorporar llantas de 16″ en lugar de las de 14″ de los otros modelos, la distancia libre al suelo es 15 mm mayor que la de sus hermanos. Pero no es todo apariencia. La suspensión del X-Line ha sido modificada para favorecer la comodidad en caminos sin asfaltar.
En el resto de la gama, homologada para cinco personas, la innovación es incorporar soluciones hace ya tiempo habituales en segmentos superiores, como la posibilidad de conectar dos dispositivos móviles simultáneamente o una pantalla de 8″ en el salpicadero. Puede que no te sea suficiente, pero piensa que el precio de partida en España, con ayudas gubernamentales incluidas, se queda en 9.200 euros. ¿Realmente te vas a perder esta oportunidad, y más teniendo en cuenta que puede ser el último Kia Picanto de la historia?
